jueves, 10 de julio de 2008

El Rulo Becerra, de Guillermo Cano al mundo


El muchacho alto y flaco pegaba los saltos y quedaba suspendido allá arriba. Como si el aire se cortara y su figura se extendiera en el tiempo unas milésimas de segundo, más que los otros. Así resaltó entre los pibes de la Sexta Sección y el Rulo empezó a hacerse notar en su querido club Guillermo Cano.

Así, en el club del Oeste de la Capital mendocina se produjeron esos torneos con una gran competencia y recordadas finales con Andes Talleres.

Jorge Aníbal Becerra no tardaría en irse de Mendoza, al club Obras Sanitarias de la Capital Federal.

Su altura (medía 1,98) y capacidad de movimientos le daban un potencial especial para desplazarse en espacios chicos, a pesar de su dimensión. El Rulo llegó a la selección argentina y del 3 al 14 de julio de 1974 sus saltos se vieron en la 7ª edición del Mundial de básquetbol en Puerto Rico.

La selección nacional armada por Miguel Ángel Ripullone tenía diez jugadores que estaban en clubes del país y sólo la larga figura de Ernesto Finito Gherman y el base Carlos González provenían del Palmeiras brasileño.

Eran tiempos en que los clubes europeos y la NBA no descubrían el talento de los jugadores del Sur de América. Ni tampoco se los llevaban en edad de juveniles. El básquetbol se nutría con jugadores de Bahía Blanca, llamada la capital del básquetbol argentino y en Obras de Capital estaba la base del seleccionado.

El DT Miguel Ángel Ripullone eligió los jugadores y la selección viajó 46 días por Europa en una gira preparatoria en donde ganó 6 y perdió 14.

En la lista definitiva para el Mundial de 1974 estaba Jorge Becerra para convertirse en el segundo mendocino de la historia en estar en esa competencia. El otro fue Arturo Cacciamani en el Mundial de Brasil en 1963.

El 3 de julio perdió Argentina ante España, en San Juan de Puerto Rico; el 4, en Caguas, el seleccionado nacional superó a Filipinas y el 5 de julio perdió con EE.UU. en la ciudad de Ponce. Después vino la ronda consuelo del 9º al 14º, en la que Argentina se ubicó en el 11º lugar.

Becerra se dio el gusto de jugar y después como dirigente fue el máximo organizador del Mundial de 1990, realizado en nuestro país.

Fue mundialista desde dentro de la cancha y desde afuera.

El Rulo, de Guillermo Cano al mundo.

La URSS, por mejor diferencia
El Mundial de Puerto Rico fue definido por diferencia de tantos luego de un triple empate en puntos. Así, la Unión Soviética fue el campeón, Yugoslavia el segundo y Estados Unidos quedó tercero.

EE.UU. viajó con un plantel de jugadores universitarios con un promedio de 19 años.

En Unión Soviética (la URSS, ahora dividida en varias naciones) resaltó Alexander Belov, el mismo que había logrado el doble final frente a EE.UU. en Los Juegos Olímpicos de 1972, en Munich. Logró el doblete: Mundial y olímpico.

Imágenes:
Rulo en el aire. Becerra (9) y Cabrera (14) marcan al filipino Paner (13).

Del ’74. Argentina en Puerto Rico: Guitart, Perazzo, Pagella, Martín, Aguirre y Gherman están arriba. Abajo: González, el mendocino Becerra, Monachesi, Cadillac, Raffaelli y Cabrera.

No hay comentarios: