jueves, 3 de julio de 2008

La primera negra


Cuando jugaba con su paleta de madera sobre el asfalto de las calles del Harlem, en el corazón negro (afroamericano) de Nueva York, la pequeña Althea se divertía y ni pensaba que pegándole a una pelotita estaría su futuro.

Había nacido el 25 de agosto de 1927 y jugaba en ese barrio tan característico, dándole en forma llamativa a la pelota. Iba creciendo y se movía en los circuitos con gente de su raza sin parar de ganar. Ya había cambiado su paleta de madera por una raqueta de tenis.

En 1946, dos médicos negros aficionados al tenis, Hubert Eaton y Robert Walter, decidieron rescatarla del barrio en donde trabajaban. Querían llevar a una chica pobre a lo más alto del deporte. Tras conseguir la aprobación materna, los dos hombres proyectaron un plan de entrenamiento en el que la chica pasaría la temporada escolar trabajando con Eaton, en Carolina del Norte, y los veranos entrenando con Johnson, en Virginia.

Era difícil una época en la que a los negros no los dejaban entrar a algunos bares, había cines y teatros en donde no podían ingresar, y hasta en algunos medios de transporte tenían prohibido subir.

Ella, surgida del Harlem, sería aceptada en los torneos nacionales de tenis junto a los blancos y luego ingresó al profesionalismo para dejar su sello histórico en el deporte.

Porque esa muchacha iba a transgredir con su presencia y el 6 de julio de 1957 lograba marcar un hito en el deporte blanco al ser una mujer de raza negra, la primera ganadora de ese certamen al superar a Darlene Hard. Y hoy hace 50 años que Althea Gibson repetía el título y se consagraba otra vez en el mítico torneo (las mujeres juegan desde 1884) porque el 3 de julio de 1958 vencía a Angela Mortimer Barrett y era bicampeona.

Recién en el 2000 aparecería Venus Williams y luego su hermana Serena para repetir la historia de Althea, 42 años después. Y en esa historia habría que mencionar a Arthur Ashe, el único tenista negro, que ganó en Wimbledon en 1975.

Esos triunfos de Gibson en el deporte blanco, como lo fue alguna vez fue el tenis y en estos tiempos sólo en Wimbledon se conserva la tradición de vestir de blanco, hicieron variar el pensamiento de mucha gente.

La negrita del Harlem murió el 28 de setiembre de 2003 a los 76 años. Estaba tranquila porque otras de su misma raza la habían imitado.

Ganadora
Althea Gibson no ha sido muy
nombrada por los historiadores de tenis aunque ganó 56 torneos profesionales.

Además llegó a las finales individuales de 7 Grand Slam y ganó 5 de ellos. En Roland Garros en 1956, en Wimbledon ’57 y ’58 y en el Abierto de EE.UU. del ’57 y ’58.

Fue finalista de 11 torneos del Grand Slam en doble femenino y doble mixto y logró 6 títulos. Ganó en Francia ’56, Wimbledon ’56, ’57 y ’58, y Australia y EE. UU ’57.

Una ganadora que no tuvo ocasión de demostrar su talento hasta después de 1950 cuando se permitió que una jugadora negra compitiera con las demás.

Imágenes: En el ’58. Althea Gibson con su segundo trofeo en Wimbledon. Tablero electrónico. En 1958 ya funcionaban en Wimbledon.

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