jueves, 7 de mayo de 2009

La gala de Gustavo Ballas


El 9 de mayo de 1981, el boxeador cordobés, afincado en Mendoza y pupilo de don Paco Bermúdez, ganó en el Luna Park ante una multitud que se deslumbró con su boxeo. Fue por la semifinal del título mundial gallo júnior.

Fue una noche de brillo, una noche de gala como se estila ahora llamarle en los reality show de la TV. Porque ese 9 de mayo en el Luna Park pagaron entrada 16.148 personas que se deleitaron con la demostración de un pequeño cordobés de 51,200kg. Ese muchacho nacido en Villa María (21/10/58) a los 22 años deslumbraba con su boxeo “estilo Nicolino Locche”.

Decía Robinson (seudónimo del periodista Ernesto Cherquis Bialo) en El Gráfico: “Esto es lo que trae Ballas, habilidad y destreza para transformar el boxeo en un espectáculo exento de morbosidad o, definido bajo otro prisma, hacer del boxeo un show de belleza plástica”.

El que más sufrió esa brillante exhibición fue el japonés Ryoetsu Jackal Maruyama (52,100kg), que terminó con los dos ojos hinchadísimos y decía al final de la pelea: “Me dio una lección de boxeo”.

Era por una semifinal del peso gallo junior y Ballas se ganó el derecho para pelear por el título mundial con el ganador de la otra semi entre el coreano Sok-Chul Bae y el panameño Rafael Pedroza.
Sobre Ballas, el japonés reflexionaba luego de la paliza que había recibido: “Es un superdotado. Es muy superior a los otros dos de la otra semifinal. Será campeón del mundo por seis años como mínimo”.

Le pegó en el presagio porque Ballas fue campeón mundial ese mismo año y la corona le duró sólo hasta la primera defensa.

Esa noche, en el Luna Park, la multitud presente reconoció la enseñanza del maestro don Paco Bermúdez, que estaba en el rincón del cordobés. Porque ese grande del boxeo argentino como era Bermúdez lo recibió a Gustavo de adolescente y le enseñó todo el oficio de boxeador.

En el ringside, el mismo Nicolino reconoció que “tiene algo de Cirilo Gil y algo de mí. Hizo la mejor pelea de su vida”.

Y el “eterno” presidente de la AFA, Julio Grondona, quien en ese momento llevaba sólo dos de los actuales 30 años como máxima autoridad, dijo: “Este muchacho me hizo revivir aquellos hermosos momentos en que Nicolino daba una fiesta con su boxeo”.

Ese 9 de mayo de 1981 fueron al Luna personalidades deportivas, artistas y hasta los siniestros personajes de la dictadura militar como Antonio Bussi, al que se vio haciendo chistes con el dueño del estadio, Tito Lectoure.

La gala fue brillante y de semifondo combatió Ramón Balbino Soria, otro cordobés afincado en Mendoza, que también fue retador por un título mundial. Un lujo la velada en donde Ballas estaba en la antesala de su noche más gloriosa. Llegaría en ese año...

Debutó acá en 1976

En diciembre de 1976 hizo su primera pelea como profesional, ante Raúl Anchagna, en la Federación de Box. En ese mismo cuadrilátero, al año siguiente, realizó y ganó otras cinco peleas en un inicio promisorio de su carrera como boxeador.

120 peleas

Ganó el título en el ‘81. Como boxeador profesional disputó 120 combates de los cuales ganó 105, empató 9 y perdió 6. El 12 de setiembre de 1981, en el Luna Park, superó por nocaut técnico al coreano Sok-Chul Bae.

El retiro

Se retiró el 14 de setiembre de 1990 en Chascomús, cuando le ganó por KO al correntino José Luis Barrios. Su larga campaña se vio interrumpida por problemas con el alcohol. Pudo ser más grande.

Imagen

Intocable. Como hacía Locche, Gustavo Ballas deja el golpe del japonés en el aire. El Luna Park lo ovacionó.

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