domingo, 13 de septiembre de 2009

Llegaba la selección juvenil


El 10 de setiembre de 1979, tras ganarle a la Unión Soviética 3 a 1 y consagrarse en Japón campeón del mundo el seleccionado arribaba al país, mientras una Comisión de Derechos Humanos investigaba a las atrocidades de la junta militar.


En ese setiembre de 1979 otra vez el gobierno militar que pisoteaba los derechos civiles y mantenía lejos a la democracia iba a tener otro argumento propagandístico.

Porque la selección argentina juvenil deslumbraba en el Mundial de su categoría en Japón y ganaba el título con Maradona, Ramón Díaz y otros pibes que tendrían posterior trascendencia.

Y ese clima que se respiraba desde el año anterior tras la victoria de la Selección mayor en el Mundial tuvo otra vez ebullición desde el mismo gobierno, apoyado por medios periodísticos que instaban a que la gente saliera a la calle a festejar. Todo esto sucedía mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos visitaba el país para recibir denuncias y realizar un informe. Llegó el 6 de setiembre de 1979 y concluyó su labor el 20.

Según el libro Nunca más, "(la comisión) elaboró un informe que, pese a su importancia, no tuvo difusión en ese momento en la Argentina. El número total de denuncias que recibió la comisión fue de 5.580, de las cuales eran nuevas 4.153, y 1.261 comunicaciones se referían a casos ya registrados y que estaban en trámite".

Durante su permanencia en el país la comisión se entrevistó con algunas autoridades nacionales, tales como el teniente general Jorge R. Videla, los integrantes de la junta militar (Viola, Graffigna y Lambruschini) y los ministros del Interior (Harguindeguy) y de Justicia (Rodríguez Varela). Además de Buenos Aires estuvieron en Córdoba y Santa Fe.

Argentina fue campeón juvenil el viernes 7 de setiembre y ese día, mientras por las radios se divulgaba hasta el cansancio el eslogan "Los argentinos somos derechos y humanos", como respuesta a la comisión, el presidente de facto Jorge Videla salía al balcón de la Casa Rosada a saludar a miles de chicos de las escuelas secundarias que habían faltado a clases usando como pretexto el campeonato logrado.

El lunes 10 de setiembre, cuando arribó la selección juvenil desde Japón, la bienvenida fue multitudinaria y Videla les ofreció una recepción a los chicos dirigidos por César Menotti. Las 250.000 calcomanías encargadas por el gobierno estampaban los autos de la Capital Federal, como queriendo tapar la verdad. Y Diego Maradona le decía a Videla: "Este triunfo es para usted y para todos los argentinos".

El informe demostró que había argentinos inhumanos, torturadores y asesinos.

Colaboradores del proceso

José María Muñoz, más conocido como el Gordo o como el Relator de América por radio Rivadavia, fue uno de los más eufóricos en la campaña "Los argentinos somos derechos y humanos".

Decía al aire "Vayamos todos a la Avenida de Mayo y demostremos a los señores de la Comisión de Derechos Humanos que la Argentina no tiene nada que ocultar". En tanto, largas colas de familiares de desaparecidos hacía sus denuncias.

También la revista Gente editaba en su tapa un título de Carta Abierta sobre derechos humanos con la foto de Maradona festejando un gol.

El subdirector y encargado periodístico era Samuel Chiche Gelblung y en sus páginas resaltaba a los familiares de las víctimas de hechos subversivos pero nunca se refería a los caídos por torturas y los miles y miles de torturados y desaparecidos sin juicio previo.

Así se movían ciertos periodistas que apañaban al proceso militar.

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