jueves, 11 de marzo de 2010

Nacía el goleador de Boca

Anotado como Roberto Cerro -después ese apellido se transformaría en Cherro-, en el barrio de Barracas nacía el niño que sería el goleador de Boca, contando la época amateur y profesional. Palermo ya lo igualó.

Ese 23 de febrero de 1907 se asomaba al mundo un niño, al que bautizaron como Roberto Eugenio Cerro, que trascendería como el máximo goleador de Boca Juniors de toda su historia.
Ese niño empezó a jugar con diez años en el club de su barrio, el Sportivo Barracas, llevado por su hermano Felipe. La pronunciación de su apellido en italiano era "cherro" y de ahí quedó el nuevo apellido. A los 17 años debutó en primera contra Porteño, cayendo 1 a 0. En 1925 pasó a Ferro, integrando una cuarta división magnífica junto con Arico Suárez (con el que se reencontraría en Boca) y Renato Cesarini.

Era de físico robusto -de primera impresión parecía que estaba excedido de peso (80 kilos)- y de cara redonda. Fueron épocas del amateurismo y Cherro, desde 1926, jugó en Boca, que ya tenía trascendencia por su gran convocatoria y fama mundial después de la gira por Europa de 1925.

Con la Selección argentina consiguió la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam y además el segundo lugar en el primer Mundial de 1930 en Montevideo, aunque por lesiones no pudo estar en ninguna de las finales perdidas ante los uruguayos.

En ese amateurismo en nuestro país, que no era tal y estaba disfrazado, porque los jugadores ya cobraban aunque no tenían contrato profesional, Cherro jugó del '26 al '30, un total de 117 partidos, y marcó 112 goles, porque 4 partidos fueron anulados y en ellos había hecho 3 tantos.

El profesionalismo se inició en el torneo de 1931 y Boca fue campeón con 19 goles de Cherro en 30 partidos. Uno de sus compañeros en el ataque de Boca era nada menos que Francisco Varallo, otro de los goleadores históricos del xeneize. De 34 partidos, ganó 22, empató 6 y perdió 6, con 86 goles a favor.

Tenía dos apodos debido a su juego. Uno era Cabecita de oro, por su notable precisión en el juego aéreo, al igual que el actual goleador Martín Palermo. El otro apodo era El apilador, por su capacidad de gambeta a la carrera, que iba apilando rivales a su paso.

En 1933 tuvo un notable desempeño en la Selección argentina cuando venció a Uruguay por 4 a 1 con sus 4 goles. En el '34 volvió a ser campeón con Boca y logró 22 goles en 33 partidos. Repitió el título en 1935, con 16 goles en 27 partidos.

El '36 fue un año negro para Cherro, porque en la 4ª fecha, ante Vélez, agredió a un árbitro y fue suspendido por 6 meses.

En 1937 vuelve a ser el goleador notable con 20 tantos en 33 partidos. Pero increíblemente en el torneo siguiente la dirigencia le pidió el retiro porque lo consideraban un veterano a los 31 años. En ese 1938 hizo su último gol, para llegar a 106 en la era profesional. Sumados a los de la época amateur son 218 en la primera de Boca.

Murió a los 58 años, el 11 de octubre de 1965, con su récord vivo.

Su marca está a punto de ser superada después de 72 años, Maestro.

De amateur
112 goles logró en la era amateur, de 1926 a 1930, entre copas y campeonatos, cuando el fútbol argentino estaba dividido en dos asociaciones.

De profesional
106 goles hizo en la época profesional del '31 al '38, con tres títulos incluidos. Suma 218 goles y Martín Palermo lleva 216. Está cerca.

301 partido en Boca
Son los que jugó Roberto Cherro entre 1926 y 1938. Fueron 305, con 221 goles, pero se anularon 4 partidos y 3 goles. Quedó la estadística en 301 y 218 goles en la primera de Boca.

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